domingo, 16 de enero de 2011

I’m gonna show you how great I am!

I’m gonna show you how great I am! (Voy a enseñaros lo bueno que soy); Muhammad Alí; Kinshasa,1974. Las palabras del tricampeón del mundo de boxeo, son perfectamente extrapolables cuando hablamos del pequeñín argentino que se ha convertido en el maestro de maestros del fútbol. Por si alguien tenía dudas, el de Rosario se encargó de disiparlas solito el pasado miércoles ante el Betis. Nuevo "hat-trick" de la pulga, el octavo con la camiseta blaugrana, que lo sitúa entre los máximos goleadores de la historia del equipo catalán. Y es que Messi se ha convertido en el Dios del fútbol, desbancando del trono, y con diferencia, a su paisano Diego Armando Maradona.



No solo es el encargado de engrosar el marcador en el Barça, si no que ahora mismo, es el máximo asistente de la Liga BBVA, por delante de jugadores como Pedro y Özil. Y es que el argentino, evoluciona cada día más. Y lo hace en el campo, fuera de toda la nube mediática que pulula alrededor de los deportistas profesionales. Lionel Messi es ejemplo de humildad y trabajo. Lo demuestra cada vez que pisa el césped, maravillando a seguidores culés y no culés. Por eso, la pulga es balón de oro por segundo año consecutivo. Porque se lo merece. Porque su magia en el campo no es comparable a ninguno. Porque Lionel es de otra galaxia. Y nosotros, tenemos la suerte de poder vivirlo. Un jugador y un estilo que van a pasar a la historia del mundo.

Con esto, no quiero desprestigiar ni mucho menos la labor de los otros dos candidatos: Xavi e Iniesta. Dos genios del fútbol. El día del sorteo, mi apuesta particular era Xavi. Se lo merecía por trayectoria, por inteligencia, por visionario, por la facilidad de su juego, por su mundial con La Roja. Era el año para poder ganarlo, pero la competencia era muy exigente. En cuanto a Iniesta, qué decir del manchego que no se sepa. Es el jugador perfecto en un equipo. Es de los que está, pero no se nota. Es el jugador que aparece en los momentos decisivos. Todavía hoy, se me pone la piel de gallina al ver el gol de Andrés ante el Chelsea, en semifinales de Champions. Y cómo no, ese maravilloso gol que nos llevó a la gloria del fútbol mundial. Pero hoy, con la cabeza fría, creo que nadie como Messi puede reflejar el espíritu de ese galardón. Dos balones de oro en sus vitrínas corroboran la calidad de su fútbol. 


Por todos esos reconocimientos y por haberle devuelto la ilusión a la afición culé, el F.C. Barcelona puede estar orgulloso. Pues entre sus filas cuenta con los mejores jugadores del mundo. Un estilo de juego y una magia que marcará escuela. 



lunes, 10 de enero de 2011

Victoria con sabor a Rey Mago

La U.D. Portuarios firmó ayer una nueva victoria que le sitúa en los puestos de ascenso a la siguiente categoría. Los de Alberto Gregori ganaron a la U.D. Oliva por tres goles a uno, en un partido vibrante cargado de ocasiones. Con el estadio lleno, los locales comenzaron a desplegar su mejor juego ante el equipo visitante. El Portuarios dispuso de varias ocasiones para adelantarse en el partido, sobretodo en la primera parte, en la que fue superior a su rival en número de ocasiones, posesión de balón y jugadas completadas. Y como nadie dijo que fuera fácil, el Oliva se adelantó en el marcador en el minuto veinticuatro, en un balón colgado al área que es cabeceado dentro de la portería por el capitán olivense. Pero el Portuarios no bajo las manos y siguió luchando, y la recompensa llegó tan solo un minuto después del primer gol. El árbitro señaló falta a favor de los locales al borde del área. Jaume, el lateral daimucense, puso en juego el balón, que  acabó estrellándose en las manos de un jugador de la barrera. El árbitro no dudó y señaló penalti. Y de nuevo, fue Jaume el encargado de materializar la jugada. Minuto veintinueve y el Portuarios empataba el partido.

La tensión del derbi empezaba entonces a sentirse, tanto en el terreno de juego como fuera de él. Las faltas comenzaron a ser protagonistas del partido. Y precisamente tras una falta, tan sólo cinco minutos después del penalti, llegaría el segundo tanto para el Portuarios. Remate de cabeza de Miki que se colaba en la portería rival. Nada pudo hacer el meta olivense que, a pesar de la estirada, no pudo llegar a taponar la entrada del balón. El susto llegaría en la siguiente jugada, cuando el lateral del equipo visitante subió la banda y fue arrollado en el área del Portuarios. De nuevo, el colegiado señaló penalti, pero esta vez el Oliva no pudo empatar el partido, gracias a una gran parada del portero Alberto Serrano. La resolución de esta jugada fue clave para la confianza del equipo local durante el resto del primer tiempo.

En los primeros minutos tras el descanso, se vio un juego menos elaborado en ambos conjuntos. Muchos balones aéreos y jugadas de ataque a partir de contras. Poco a poco el Oliva iba cogiendo el ritmo del partido y empezaron a sumar ocasiones de cara a portería. Entonces empezaron los nervios, la sucesión de faltas y las consiguientes tarjetas amarillas. La diferencia de goles era mínima y pronto los técnicos  de ambos equipos empezaron a realizar cambios estratégicos en sus líneas. Por parte del Portuarios, en el minuto veinte entraba Blanco en sustitución del joven extremo Jesús. Y sería, precisamente el de Daimuz , quien en el minuto treinta anotaría el tercer gol para el equipo local. Un golazo desde fuera del área que remata con el exterior y que acaba en la red. Un tanto que refleja la gran calidad técnica de la zaga portuaria y que corrobora el buen momento que vive el equipo.

Finalizó el partido en el Fort Llopis sin incidentes. A pesar de la tensión que supone un derbi, fue un partido limpio por parte de ambos conjuntos. Buena actuación del colegiado, que supo conducir el partido, aunque en los instantes finales estuvo muy pendiente de los banquillos y acabó expulsando al entrenador local. Con este triunfo, el Portuarios consiguió su novena victoria de la temporada y suma así, tres puntos muy importantes que le permiten seguir en la lucha por el título. Ahora ya toca pensar en la próxima jornada, en la que el equipo gragüero visitará el Rodat para medirse con el Denia B.