jueves, 28 de octubre de 2010

¡Al pan pan y al vino vino!

Nuestro mundo está repleto de cosas afines como: las fresas y la nata; el lápiz y la goma; el traje y la corbata; la cerveza y las patatas. Pero también está lleno de cosas que desafían las reglas de la lógica más pura como: el azul marino y el negro; el gato y el perro; el día y la noche; el mar y la montaña; el hombre y la mujer; pero sobretodo hay una que destaca sobre las demás, el fútbol y los animales. Y es que sin comerlo ni beberlo, los animales han entrado a formar parte del mundillo del balompié. Un deporte que no necesita de la naturaleza de estos seres vivos pero que, sin embargo, cuenta con su presencia en numerosas ocasiones.

Este verano el protagonista absoluto fue el Pulpo Paul (Descanse en paz, por cierto) que apartó a un segundo lugar a Zakumi, la mascota del Mundial 2010. No importaba si la selección española había conseguido el mayor logro jamás pensado, pasar a una final de la copa del mundo tras enfrentarse a una selección tricampeona como Alemania. No importaba si los de Del Bosque estaban a un paso de la gloria. El principal foco de atención en ese momento era un molusco cefalópodo bautizado como Paul que pronosticaba el resultado de los futuros encuentros entre selecciones. El nivel de explotación mediática (por no decir idiotez humana) fue tal, que algunas televisiones retransmitieron en directo el momento del vaticinio. Pero la cosa no acabó con la victoria de la Selección Española. Pues a tan sólo un día de su muerte, ya conocemos a su sustituto Paul II, procedente de Montpellier. Por increíble que parezca, los alemanes se han encargado de llenar el hueco (y los futuros ingresos económicos vinientes) que ha dejado el antecesor. Por no hablar de todo el merchandising, tono, politono, multitono, y todo lo que pueda dar de si. Hasta se va a rodar una película.


En la actualidad algunas mascotas de nuestra Liga siguen resistiendo al Power Paul y todavía alegran las previas de los partidos al público asistente como: Perico, el pájaro del Espanyol; Rat Penat, el murciélago del Valencia; Indi, el mapache del Atlético de Madrid o Tula, la vaca del Racing de Santander. Aunque algunos todavía podreis recordar a otros animales convertidos en mascota que disfrutaron de su momento de gloria en el pasado. Tales como: Willie, el león de Inglaterra'66; Striker, el perro de USA'94; Footix, el gallo de Francia'98 o Goleo, el león de Alemania'06. Aunque el recuerdo de la presencia animal en el terreno de juego algunas veces no sea satisfactorio, como aquella cabeza de cerdo en el Camp Nou.


Pero Zakumi, como buen sudafricano no iba a estar dispuesto a pasar sin pena ni gloria por la historia del fútbol. Es por ello que el Leopardo de melena verde ha decidido reencarnarse en unas botas de fútbol y ha sido presentado ahora por Nike y Cristiano Ronaldo. Puede que gusten más o menos, pero lo que está claro es que las nuevas botas van a dar que hablar. ¿Quizá Paul al verlas pensó en abandonar el barco? Quién sabe. ¿Quizá se conviertan en las nuevas botas de la Selección? Una selección que, si  consigue la candidatura ibérica, quizá presente como mascota un pulpo con botas de leopardo.



lunes, 18 de octubre de 2010

Yo soy el "7"

¿Tú eres de cifras o de letras? Y es que los números son parte de nuestra vida. Desde el día que nacemos estamos atados a unas cifras que nos acompañarán –o perseguirán- año tras año. Todo se mide en dígitos: desde el piso en el que vives, la matrícula de tu vehículo, tus amigos en Facebook, hasta las novias que has tenido. Y en este mundo regentado por cifras el fútbol no se puede quedar fuera.

La victoria en un partido es para el equipo que mete el mayor número de goles. El prestigio de un club depende de la cantidad de títulos de los que disponga. La calidad de un jugador se mide en la exagerada cifra de millones que cuesta. Los gastos extras que corren a cargo del club dependen del número de Visas que tengas a tu disposción.

Pero entre todos estos números hay uno que destaca especialmente en el fútbol y que no le damos importancia en muchas ocasiones, el dorsal. Ese inadvertido número que marca la posición y las características de un jugador. O en ocasiones, simplemente el deseo del propio deportista, como pudieron ser el “23” que lució David Beckham en el Real Madrid o llamativos como el “99” de Ronaldo en su etapa en Milán.

Y es que el dorsal puede llegar a significar mucho en la vida de un jugador. De hecho, algunos han llegado a marcar historia. Incluso un gran número de dorsales han sido retirados para siempre, enmarcados en las paredes del estadio cuando su dueño cuelga las botas o abandona el club. Entre los dorsales más míticos encontramos ejemplos como el “3” de Paolo Maldini, exjugador del Milán; el “10” de Maradona en Nápoles y también de Ferenc Puskas en el Honved húngaro.

Pero aunque estas acciones simbolicen la felicidad o el agradecimiento de un club, lo cierto es que el dorsal se puede convertir en un elemento de discordia. En estos últimos días en que se habla – y mucho - de la ansiedad de gol de David Villa y si superará o no la cifra de goles de Raúl, vuelve a mi mente la batalla mediática que se generó sobre quien debía ser “el 7 de España”. Era un debate abierto entre la población y un tema asiduo en los medios de comunicación. Un debate cansino, que aunque no supuso un conflicto real en los jugadores si, probablemente, llegó a afectarles. Pues al poco tiempo empezaron a sucederse las reivindicaciones, infantiles a mi parecer, por parte de los jugadores.




Finalmente, el tiempo pasó, Raúl no volvió a ser convocado y a los españoles, a los que tanto les había provocado este tema, se les acabó olvidando todo cuando su selección ganó la Eurocopa. Hoy en día no se habla del asunto y en un par de años más, nadie recordará la discusión. Pero lo cierto, es que “el 7 de España” fue durante una época Raúl González y no podría haber mejor heredero que Villa. Pero quizá los españoles no seamos capaces de decir ¡Adiós! por ello no supimos –o quisimos- brindarle una buena despedida a Madrid y darle una buena bienvenida a Asturias.